Tres principios clave asociados con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD):
- Licitud, lealtad y transparencia: Las empresas deben recopilar y procesar datos personales de manera lícita, leal y transparente. Esto significa que las personas deben ser informadas de manera clara sobre cómo se recopilan, procesan y utilizan sus datos. Además, las empresas deben obtener consentimiento explícito de los individuos antes de recopilar o procesar sus datos personales.
- Limitación de la finalidad: Las empresas solo pueden recopilar y procesar datos personales para fines específicos, legítimos y predefinidos. Los datos recopilados deben utilizarse únicamente para los propósitos para los que fueron recogidos y no pueden procesarse posteriormente de una manera incompatible con dichos propósitos.
- Minimización de datos: Las empresas deben recopilar y procesar únicamente los datos personales que sean estrictamente necesarios para alcanzar los fines previstos. Los datos recopilados deben ser adecuados, pertinentes y limitados a lo necesario. Es fundamental evitar la recopilación de datos excesivos o innecesarios.
Estos principios están en el núcleo del RGPD y están diseñados para garantizar que los datos personales se recopilen y procesen de manera ética, legal y responsable, respetando los derechos de privacidad de los individuos. Las empresas deben asegurarse de cumplir con estos principios al recopilar, procesar y gestionar datos personales para adherirse al RGPD.